
La congestión vehicular en Lima es una problemática que desde la época de los ochenta hasta la actualidad, se ha ido incrementando, debido a diversos factores. Uno de estos es la sobrepoblación que se generó en la capital en los últimos años y con ello el aumento de líneas de transporte y rutas. Los municipios a cargo no supieron manejar a tiempo el caos de la acumulación de autos y la infraestructura inadecuada de vías, por ello provocó que se agraviará el problema y traiga consigo consecuencias. Por ejemplo, la aparición de paraderos informales e incluso los accidentes de tránsito por la excesiva velocidad de vehículos. La educación vial es un valor fundamental de la que la mayoría de peruanos carece o no toma en cuenta. Los ciudadanos tienden a no ser responsables con su seguridad y con la de las demás en la vía pública.
Las empresas de líneas de transporte y microbuses tuvieron comienzo en los años ochenta tras la crisis económica que enfrentaba Perú. Muchos individuos tras dejar sus trabajos, se dispusieron a alquilar vehículos o utilizar los suyos para así contribuir como medio de traslado de los ciudadanos limeños y de ello adquirir ganancias. Al transcurrir los años, se fueron manifestando más autos y ómnibus debido a la migración de provincianos a Lima Metropolitana. Gran parte de la población migratoria opto por comprar gran cantidad de vehículos, porque sus trabajos y centros de estudios estaban ubicados a una alejada distancia de sus hogares. En el año 2010, se estimó compras masivas de autos en las vías y esto ocasiono mayor congestión vehicular ese mismo año.

En esta foto tomada en el año 1986, se muestra cuando un ómnibus está pasando por la Av. Salaverry. Y evidencia la magnitud de la problemática. Es decir, la congestión vehicular Lima es mínima en 1986 en comparación al año 2018. Fuente: Perú21.

La imagen evidencia el tráfico en Lima. En consecuencia, los usuarios del transporte público no pueden movilizarse a su destino. Asimismo, esto aumenta en mayor proporción en las fechas festivas.
Fuente: Panamerica TV, 2017.

Es un efecto negativo inmediato causa está problemática en los ciudadanos, actores, de Lima. Fuente: Notimex.
El transporte público limeño es identificado como un problema, en lo que se refiere a la circulación en general y en el transporte público en particular. Esta situación afecta especialmente a los sectores de menores recursos y genera fuertes externalidades negativas. El área metropolitana de Lima presenta dificultades estructurales en la organización de su transporte y tránsito: el servicio de transporte público es deficiente, el tránsito es caótico, los tiempos de viaje son elevados, existe un alto número de accidentes y una significativa contaminación generada por el parque automotor. A pesar de algunas iniciativas recientes, el transporte sigue siendo uno de los principales problemas de la ciudad, y compromete tanto la productividad del centro urbano como la calidad de vida de los habitantes. Por otro lado, la mayoría de personas afectadas son las que viajan a diario a sus trabajos, centros de estudio cualquier otro destino. Del mismo modo afecta considerablemente a nuestra salud, tanto física como psicológica por las partículas contaminantes que arrojan al aire ocasionando enfermedades cardiovasculares y respiratorias, también el ruido molesto del claxon de los vehículos es contaminación sonora y una sobreexposición a altos niveles de ruido puede causar sordera. Las autoridades como la Municipalidad han tomado medidas para lograr una reducción en la intensidad del tráfico, que dificulta el tránsito de vehículos en toda la ciudad. Según la Gerencia de Transporte Urbano (GTU), una de las primeras modificaciones será en los tiempos de los ciclos semafóricos. Actualmente ya tenemos casi un tercio de las intersecciones semafóricas de toda la Municipalidad de Lima centralizadas y en la utilización de un software inteligente”, afirmó Álvaro Castro, titular de la GTU.
Se detalló que la idea es establecer "olas verde" en vías como Abancay, Grau, Venezuela, Arenales y Arequipa para que se reduzca hasta en 15% el tiempo de viaje por dichas avenidas. La herramienta implementada permite implantar nuevos planes, tiempos y fases en los semáforos. Con la semaforización integral, la fiscalización de las unidades vehiculares y labores de educación vial, lograremos en un corto tiempo que la congestión pueda reducirse en un 30%”, refirió el funcionario.
Según el estudio de proyección realizado por el Plan Maestro, 2004-2025, si no se hace un proyecto para mitigar la congestión vehicular, la velocidad de viaje promedio descenderá 9,3 km/h entre los años 2004 al 2025. Dicho de otro modo, si la velocidad de viaje promedio en el 2004 fue de 16,8 km/h en el 2025 será de 7,5 km/h. Asimismo, más del 28% de la población peruana se encuentra en Lima, según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), 2017. Es decir, según las estimaciones y proyecciones, la capital alberga 9 millones 111 mil personas. En consecuencia, se generó mayor demanda del parque automotor, entre transporte público y privado, para trasladarse de un lugar a otro. Además, 28,89% de los vehículos del Perú se encuentra en la capital. Y solo el 7,6% de la población en Lima tiene auto propio (Lima Cómo vamos, 2015) y 8 de cada 10 pasajeros utilizan la movilidad pública. Esto nos demuestra que existe un gran número de transporte público (taxis, buses y combis). Y entre estos se encuentran los vehículos informales. Este último, como no es planificado la ruta que han de seguir, generalmente, obstaculizan el flujo vehicular. Incluso, el centro de investigación Ciddatt (2006), muestra que el parque automotor limeño en 1990 era de 397.623 vehículos, y en el 2006 fue de 898.100 vehículos; y sigue creciendo a medida que pasa los años. Por otro lado, alrededor del 40% de personas invierten más de una hora para llegar a su destino. Es más, los viajes de los ciudadanos de la capital para ir al centro de estudios o trabajo coinciden a la misma hora y al momento de regresar a casa de la misma forma. En consecuencia, se genera horas donde hay mayor demanda de congestión, en Lima, y son a las 7 a.m, 8 a.m, 1 p.m y 6 p.m con 11%, 7%, 8% y 7%, respectivamente.

Las líneas rojas representas las vías congestionadas en el 2025, si no se hace un plan para la problemática.
FUENTE: EL PLAN MAESTRO, 2004.
Vídeos aquí abajo
